El maíz tardío gana protagonismo

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La elección del híbrido, el monitoreo de plagas, enfermedades y malezas son algunos de los puntos a tener en cuenta a la hora de adoptar esta práctica de manejo.trong>

Cuanto más tarde se siembra a partir del primero de diciembre, las condiciones de alta humedad y baja temperatura en etapas avanzadas del cultivo generan un ambiente óptimo para el desarrollo de varios patógenos

BUENOS AIRES (NAP) La Bolsa de Cereales de Buenos Aires estima, a nivel nacional una siembra de 5,8 millones de hectáreas de maíz con destino grano comercial, de las cuales el 45% se sembrará en fechas tardías. Esta práctica se difundió muchísimo en las últimas campañas, por lo que resulta fundamental conocer cuáles son las claves de su manejo.

Desde el punto de vista de la radiación y la temperatura, las siembras tempranas (septiembre) tienen la capacidad de expresar el rendimiento potencial para cada híbrido en cada zona.

Ese rendimiento potencial se verá disminuido por distintos factores tales como el balance hídrico, la fertilidad y características físicas del suelo. El principal riesgo que se asume al decidir una siembra temprana es la posibilidad que el cultivo sufra un estrés hídrico y/o térmico durante la floración en enero, periodo crítico de definición del rendimiento. El riesgo del estrés está asociado a la escasez de precipitaciones, alta variación interanual y elevada demanda atmosférica.

“Cuando se decide sembrar en diciembre el mismo lote, y por lo tanto realizar un barbecho más largo, lo que se logra es estabilizar los kg/ha alcanzables. Desde el punto de vista hídrico, el barbecho más largo, siempre que sea limpio, permite acumular toda el agua de la primavera y además que la floración ocurra en un momento de mejor balance”, aseguró Federico Larrosa, Coordinador de Marketing de KWS Argentina.

Esto se debe a que febrero es un mes donde las lluvias son más frecuentes y la demanda atmosférica es menor. Aunque los rendimientos alcanzables han demostrado ser elevados, la potencialidad de estos ambientes por los niveles de radiación y temperatura es menor respecto a la fecha temprana.

Más tarde, mayor atención

Las siembras de diciembre, sin embargo, traen aparejados otros riesgos productivos. Entre los más importante se encuentran las enfermedades y los insectos. Cuanto más tarde se siembra a partir del primero de diciembre, las condiciones de alta humedad y baja temperatura en etapas avanzadas del cultivo generan un ambiente óptimo para el desarrollo de varios patógenos. Asimismo, insectos como el cogollero (spodptera frugiperda), tiene más chances de atacar los cultivos. Sin embargo, actualmente ambos tienen manejos agronómicos que nos permiten predecirlos y controlarlos.

Por ejemplo, en el caso de las enfermedades se sabe que ciertos antecesores predisponen la aparición de enfermedades por ser fuente de inóculo y llegado el caso, podemos seleccionar híbridos con mejor comportamiento para las enfermedades más comunes.

“A su vez, existen escalas que nos permiten realizar monitoreos para ir censando a medida que avanza el ciclo del cultivo y llegado el caso, tenemos moléculas que nos permiten controlar las enfermedades fúngicas”, agregó Larrosa.

Por otro lado, aunque menos repetible que las dos anteriores, el riesgo de una helada temprana hacia el final del ciclo del cultivo es un factor a tener en cuenta para decidir qué tan tarde sembrar. Por último, aunque no al nivel de un factor de riesgo, la humedad de cosecha es un condicionante para la estabilización del negocio de maíz tardío.

En la siembra tardía se dispone de más herramientas para predecir el rendimiento que la humedad a cosecha, por lo que la humedad aumenta la incertidumbre de los resultados. Ambos problemas serían contrarrestados con ciclos más cortos y siembras no muy posteriores al 15-25 de diciembre.

Evaluación de rendimiento

Con el objetivo de evaluar el comportamiento de híbridos KWS frente a variaciones en fechas de siembra, se realizaron ensayos durante las campañas 2014-2015, 2015-2016 y 2016-2017 en la Experimental Multi-Ambiente de Zavalla (Santa Fe). La fecha de siembra de los ensayos fue entre los días 15 y 25 para los meses de septiembre, octubre, noviembre, diciembre y enero.

Los resultados mostraron que en las fechas tempranas (septiembre y octubre) se obtuvieron los mayores rendimientos, sin diferencias significativas entre ellas (10.328 y 10.078 kg/ha para la fecha de septiembre y octubre, respectivamente). Asimismo, se pudo observar por qué la fecha de siembra de diciembre fue tan adoptada por los productores, ya que con sus 9.818 kg/ha no se diferenció de octubre y fue significativamente superior en rendimiento a las fechas de noviembre y enero.

Por su parte, la fecha de noviembre con 9.450 kg/ha fue la de menor rendimiento, lo cual es acorde a su mayor probabilidad de estrés hídrico comparado con las otras fechas. Por último, los rendimientos cayeron abruptamente en la fecha de enero a un promedio de 6.528 kg/ha.

En la actualidad KWS ha renovado su portfolio de productos para siembras tardías. Presentando un equipo de híbridos para cubrir las distintas necesidades de los productores. Para la producción de granos, los híbridos recomendados son KM 3916 GLstack y el recientemente lanzado, KM 3927 VIP3, ambos de ciclo intermedio y excelente relación ciclo/potencial.

En cuanto a materiales exclusivos de silo, se recomiendan KM 4020 AS GLstack y el reciente lanzamiento KM 4260 AS G, los que poseen excelente sanidad y fueron seleccionados por el programa de la empresa, “Aptitud Silera”.
La propuesta se completa con KM 3800 GLStack y el nuevo híbrido KM 4480 VT3P, quienes por su porte y productividad son considerados de “doble propósito”, pudiéndose decidir durante el ciclo del cultivo cuál será su destino(Noicias AgroPecuariqas).
EB

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