Confirman un año agrícola con La Niña

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Sin embargo, habrá coletazos de El Niño hasta el verano. El exceso de agua de este ciclo ayudará a mitigar los efectos de la sequía. Pronóstico hasta marzo de 2017 (cuadro).

 

BUENOS AIRES (NAP). La Bolsa de Cereales de Buenos Aires confirmó en su último Informe Estacional sobre el clima que la temporada agrícola 2016/17 estará regida por el fenómeno La Niña, que en el sur de Sudamérica se expresa con pocas precipitaciones.

El informe elaborado por el ingeniero agrónomo Eduardo Sierra, experto en climatología, recordó que en la primera parte del otoño 2016, “El Niño” conservó considerable intensidad con una intensa racha de tormentas; pero que el inicio de las entradas de aire polar  moderó considerablemente la actividad meteorológica, dando paso a un escenario climático mucho más moderado, aunque no exento de riesgos.

“La mayor parte de los centros de previsión climática coincide en que la campaña 2016/2017 será afectada por un episodio de La Niña, que será potenciada por un avance de la corriente marina fría de Malvinas, que afectará negativamente al centro y el este del área agrícola, mientras que su porción occidental experimentará buenas condiciones”, pronosticó Sierra. “No obstante, las amplias reservas de humedad dejadas por El Niño, así como su acción residual, centrada en un foco ubicado sobre el Nordeste de La Argentina, el Sudeste del Paraguay y el sur del Brasil, mitigarán en buena medida dichos efectos nocivos”.

“Por lo tanto, continuará observándose una situación en la que convivirán los rasgos residuales de El Niño con los rasgos crecientes de La Niña”, resaltó el informe antes de describir el pronóstico agroclimático de cada estación.

Final del otoño

Aunque El Niño está terminando su proceso de disipación, sus efectos residuales continuarán sintiéndose durante un tiempo considerable, demorando el desarrollo de La Niña.

Un foco de acción residual de El Niño persistirá sobre el este del Paraguay, el sur del Brasil, la Región del Chaco, la mayor parte de la Mesopotamia, el norte de la Región Pampeana y la mayor parte del Uruguay produciendo precipitaciones de muy variada intensidad, desde moderadas hasta muy abundantes, con focos de tormentas severas sobre algunas zonas, y valores moderados sobre otras.

El norte y el centro-norte del Brasil, el oeste de Bolivia, el oeste del NOA, la mayor parte de Cuyo, el norte del área agrícola de Chile y el centro y el sur de la Región Pampeana registrarán precipitaciones moderadas a escasas.

El centro y el sur del área agrícola chilena y el extremo oeste de Cuyo incrementarán sus precipitaciones debido al fortalecimiento de los vientos del sudoeste, que producirán fuertes tormentas cordilleranas, con intensas nevadas.

Por esta causa, es probable que, durante lo que resta del otoño, se registren heladas intensas sobre el sur del área agrícola argentina, las cuales extenderán gradualmente su acción hasta llegar al sur de Bolivia y el sur del Paraguay.

Un foco de acción temprana de “La Niña” actuará sobre gran parte de Bolivia y el este del NOA, produciendo precipitaciones de variada intensidad, desde moderadas hasta muy abundantes, totalmente fuera de época.

Como es normal en esta época del año, el centro y el norte del área agrícola del Brasil registrará precipitaciones escasas.

Invierno

Aunque en forma decreciente, durante el invierno 2016 continuará experimentándose una de actividad residual de El Niño, que provocará precipitaciones moderadas sobre el este del Paraguay, el sur del Brasil, el este de La Argentina y el Uruguay. Un foco con valores abundantes se ubicará sobre el sudeste del Paraguay, el norte de la Mesopotamia, el sur del Brasil y gran parte del Uruguay

Paralelamente, La Niña producirá precipitaciones fuera de época sobre el centro del área agrícola del Brasil, el oeste del Paraguay, el centro y el este del NOA, el oeste de la Región del Chaco y el oeste de la Región Pampeana, con focos aislados de valores abundantes.

Como es normal en esta época del año, el norte del área agrícola del Brasil registrará precipitaciones escasas.

Paralelamente, debido al avance de la estación de invierno, se notará un correlativo fortalecimiento de los vientos del sudoeste, que producirán vigorosas tormentas cordilleranas, y cruzarán la Cordillera de los Andes, enviando masas de aire polar hacia las áreas agrícolas de La Argentina, el Uruguay, llegando hasta la mayor parte de Chile, el sur de Bolivia, el sur del Paraguay y el centro del Brasil, con riesgo de heladas intensas.

Debido al fortalecimiento de los vientos del sudoeste, las tormentas cordilleranas incrementarán las precipitaciones sobre el centro y el sur del área agrícola chilena y el oeste de Cuyo, produciendo nevadas en las zonas montañosas.

El norte del área agrícola chilena, el oeste del NOA y el norte de Cuyo observarán precipitaciones escasas.

Primavera 

La Niña irá afirmando su influencia sobre gran parte del área agrícola, mostrando algunos signos propios, como precipitaciones tempranas en Bolivia, el centro y el norte del área agrícola del Brasil, el NOA, el oeste del Paraguay y el oeste de la Región del Chaco.

El centro y el norte del área agrícola chilena, la mayor parte de Cuyo, el centro y el norte del área agrícola chilena, el sudoeste de la Región Pampeana y el centro y el norte del área agrícola del Brasil recibirán precipitaciones moderadas a escasas, con focos aislados de valores abundantes.

La acción residual de El Niño continuará manteniendo un foco de actividad sobre el este de la Región del Chaco, el norte de la Mesopotamia, el sur del área agrícola brasileña, el este del Paraguay, el norte de la Región Pampeana y el extremo norte del Uruguay, que observarán precipitaciones abundantes, con valores superiores a lo normal, con focos de tormentas, por un lado, y con algunos focos de valores menores, por otro.

El extremo oriental de Cuyo, la mayor parte de la Región Pampeana y la mayor parte del Uruguay observarán precipitaciones abundantes, pero muy irregulares, con algunos focos de valores moderados y otros de valores muy abundantes.

Fuertes tormentas cordilleranas producirán precipitaciones abundantes sobre el sur del área agrícola chilena y el bosque patagónico argentino, a la vez que impulsarán masas de aire polar hacia La Argentina.

Por esta última causa, el riesgo de heladas se mantendrá hasta mediados de la estación, afectando especialmente al sur del área agrícola.

Verano 2017

Se acentuarán los rasgos climáticos propios de La Niña, observándose intensas tormentas sobre Bolivia, el NOA, el oeste de la Región del Chaco, el oeste del Paraguay, el centro y el norte del área agrícola del Brasil.

Contrariamente, Cuyo, el norte y el centro del área agrícola chilena y el centro y el oeste de la Región Pampeana observarán precipitaciones moderadas, inferiores a lo normal.

Sin embargo, la acción residual de El Niño mantendrá un foco de precipitaciones abundantes sobre el este la Región del Chaco, la Mesopotamia, el sur del área agrícola brasileña, el este del Paraguay y el norte de la Región Pampeana.

Al inicio de la estación, tormentas cordilleranas tardías provocarán precipitaciones abundantes sobre el sur del área agrícola de Chile, a la vez que impulsarán masas de aire frío hacia La Argentina, dando como resultado un verano con fuertes oscilaciones térmicas, en el que se alternarán intensas olas de calor, con cortos pero intensos descensos térmicos.

Conclusiones

El reciente debilitamiento de El Niño redujo significativamente los riesgos de inundaciones y anegamientos para el final de la campaña agrícola 2015/2016, mejorando las condiciones para el avance de la cosecha, aunque las pérdidas ya producidas son cuantiosas y no podrán recuperarse.

Paralelamente, la disipación de El Niño abrió paso al posible desarrollo de un episodio de La Niña, que ha pasado a constituir la hipótesis favorecida por la mayor parte de los servicios meteorológicos del Mundo, a excepción del Servicio Meteorológico Australiano.

No obstante, las elevadas reservas de humedad dejadas por El Niño, así como su acción residual, mitigarán en buena medida los efectos depresores de las lluvias que suele producir La Niña en el este del área agrícola, minimizando sus impactos negativos.

A pesar de ello, es probable que el centro y el sudoeste de la Región Pampeana se vean expuestos a un moderado impacto negativo sobre los cultivos, a la vez que la ganadería experimentará un corte de la cadena forrajera.

Contrariamente, la mayor parte del área agrícola del Brasil, gran parte del Paraguay, NOA, el oeste de la Región del Chaco, la Mesopotamia, el oeste del Uruguay y el noroeste de la Región Pampeana correrán el riesgo de fuertes tormentas primaverales y estivales, que podrían producir cierto nivel de impacto negativo.

A estos riesgos, se adicionará la posibilidad de heladas intensas desde mediados de otoño hasta mediados de primavera, que afectarán a la mayor parte del área agrícola, llegando a alcanzar peligrosidad sobre su extremo norte.

Todo ello, hace que sea necesario elaborar una cuidadosa estrategia para hacer frente con éxito a los desafíos que se avecinan, sacando el mayor provecho posible de la situación y minimizando sus efectos negativos. (Noticias AgroPecuarias)

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