Detectan roya en el Norte bonaerense y alertan sobre chinches

Spread the love

La enfermedad apareció en un campo entre Arroyo Dulce y Salto. Recomiendan intensificar el monitoreo.

 

PERGAMINO, Buenos Aires (NAP). En un lote de soja ubicado entre Arroyo Dulce y Salto, en el norte de Buenos Aires, se encontró roya asiática y ahora recomiendan intensificar los monitoreos en los lotes de segunda y los tardíos para evitar graves pérdidas.

“El hongo se detectó en folíolos de soja que se recolectaron el 24 de febrero en un lote que transitaba la etapa R3 y que está ubicado sobre la ruta 32”, indica un informe del Inta Pergamino.

En el norte de Buenos Aires, la primera detección de roya en la campaña pasada fue el 2 de marzo y alcanzó en algunos lotes de siembra tardía un 50% de severidad. Esta enfermedad se detectó por primera vez en la Argentina en 2002. En esta campaña también se detectó la enfermedad en el norte y en el centro de Entre Ríos.

“La incidencia de roya es de un 10% y la severidad de 1% en ese lote”, informó Lucrecia Couretot, referente en sanidad de los cultivos del Inta Pergamino.

Chinches

En tanto, el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria también advirtió que la mayoría de las zonas agrícolas está aumentando la actividad del complejo de chinches y también hay un incremento de la densidad poblacional de esta plaga que puede provocar graves daños a la soja y al maíz, según un informe que acaba de publicar el Servicio de Alerta de Plagas del Inta Pergamino.

Las pérdidas varían de acuerdo al estado reproductivo de la soja y a la especie de chinche. “El mayor impacto, por la distinta susceptibilidad de la soja a los daños de la plaga, se produce en el estado de formación de vainas (R3 y R4)”, avisó el ingeniero agrónomo Nicolás Iannone.

En esta etapa de desarrollo de las plantas, las punciones de las chinches producen rápidamente un retorcimiento de las vainas en forma “espiralada”, las cuales inmediatamente se secan y caen, lo que provoca que se pierdan vainas.

En cambio, los daños en la etapa de formación de granos (R5), si bien son muy importantes, suelen ser potencialmente menores que en R3-4. En R5, las chinches pueden producir desde vainas parcialmente vanas o vacías hasta granos chuzos, o bien con solo depresiones en los granos.

A partir de grano lleno (R6), las pérdidas son menores y para que se justifique económicamente el control de la plaga tienen que detectarse mayores cantidades de chinches por metro en R6 respecto de R5. La excepción es cuando ese lote va a ser destinado a producir semillas (ahí si conviene pulverizar para evitar que caiga la calidad de los porotos).

En las etapas R5 y R6, las chinches pueden afectar el poder germinativo de las semillas a partir de un umbral de una chinche verde por metro y de medio metro en el caso de una chinche de la alfalfa, ya que los ataques de esta última plaga son más severos y afectan en mayor media la calidad de las semillas.

“En el estado R7, la chinche verde produce sólo una tendencia a la merma en la calidad de la semilla (excepto que haya poblaciones muy altas), pero la chinche de la alfalfa, en cambio, continúa causando una significativa reducción en la viabilidad y el vigor de la semilla”, advierte Iannone.

El complejo de chinches también tiene un potencial efecto fisiológico sobre las plantas, ya que los daños pueden causar retención foliar (retraso de la senescencia del cultivo), con la consecuente permanencia aún después de R6-R7 de tallos y hojas verdes y, en ciertos casos, también vainas verdes. Esta adversidad, que afecta notoriamente el proceso normal de maduración, es un problema al momento de cosecha y generar “manchones” en el lote, sobre todo en las cabeceras.

“El síndrome de retención foliar es más intenso con la chinche de la alfalfa, incluso con poblaciones que no superan el umbral de control”, concluye el informe del Inta Pergamino. (Noticias AgroPecuarias)

También le puede interesar...