¡Dejá esos yuyos ahí!

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Un cambio de paradigma: dejando crecer pastizales y flores en zonas improductivas se enriquece el hábitat de los polinizadores que van a mejorar los cultivos.

 

BUENOS AIRES (NAP, por Lorena López). No se trata de hacer grandes cambios en el campo pero sí de cambiar la mentalidad. La idea es dejar un lugarcito para que crezca el banco de semillas del suelo y nazcan flores que aumenten el número de polinizadores; éstos, a su vez, van a mejorar la productividad del campo, incluso en un cultivo de soja que no depende de la polinización.

La propuesta es no pulverizar y no cortar el pasto ni malezas en los sitios (parches) donde no se siembra: alambrados, esquinas de lotes, bajos y zonas menos productivas; o en las banquinas. Con esto van a volver a crecer los pastos nativos y las plantas exóticas “naturalizadas” que son hábitat de insectos y otras especies que polinizan cultivos y frutas.

La iniciativa tiene un nombre que viene de Europa, se llama Operation Pollinator y en Argentina la están llevando adelante un conjunto de investigadores del Conicet y de la Fauba, junto con la empresa Syngenta.

El experimento fue presentado la semana pasada en el campo que Syngenta posee en Santa Isabel, en el sur de Santa Fe (cerca de Venado Tuerto) donde se mostraron las conclusiones de la primera parte del trabajo: la generación de paisajes multifuncionales para lograr la población de especies polinizadoras. O viceversa.

Paradigma

Los ‘polinizadores’ son las abejas, avispas, moscas, mariposas, aves (el colibrí) y hasta algunos roedores (murciélagos y algunas especies terrestres). El grupo más importante para los cultivos son las abejas, de las que existen más de 20 mil especies, siendo la melífera la que más se conoce y emplea.

“El nuevo paradigma es incrementar la polinización aumentando la diversidad de polinizadores. La mayoría de las abejas viven en forma silvestre, con lo cual tenemos que incrementar sus hábitats y sus recursos. Así también tendremos un mayor control biológico dado que muchos de los reguladores de plagas viven en los mismos hábitat”, aseguró Marcelo Aizen, investigador principal del Conicet Bariloche. “Una mayor diversidad de polinizadores le da una mayor estabilidad al rendimiento del cultivo en el tiempo”.

Un paradigma que pasa ya no por la necesidad de expandir la frontera agrícola para tener mayor producción sino de ganar en producción incrementando la polinización en la misma superficie.

“Tenemos que manejar el paisaje agrícola en forma más inteligente porque con la polinización podemos producir lo mismo cultivando en menos superficie: hasta 30% menos”, aseveró el especialista del Conicet.

En el campo

El ingeniero agrónomo Santiago Poggio (en la foto, al frente), especialista en Ecología Agrícola de la Facultad de Agronomía de la UBA, estuvo a cargo de la recorrida a campo. Describió que en las zonas donde no se pulverizó y se dejaron crecer las nativas “la diversidad de insectos aumentó, particularmente los visitantes florales: abejas, mosquitas, avispas chiquitas y hasta algunos insectos carnívoros”.

En una parada de la recorrida, Poggio levantó ‘rama negra’, una de las principales malezas de la soja, que había crecido en el ´parche’. “La Coniza bonariensis es una especie nativa con muchos biotipos y que no se la va a poder erradicar. Pero es también una planta que, por sus flores, es muy visitada por insectos y ofrece muchas interacciones. El desafío es mantenerla en una matriz que tenga pastos, en donde no es una especie dominante. Pero la rama negra sí se vuelve dominante cuando removemos los pastos perennes con los cultivos y las fumigaciones”, ilustró.

Manejo

Por su parte, Guillermo Delgado, encargado del área Manejo Responsable de Productos de Syngenta, se ocupó de hacer las recomendaciones a los productores.

“Los cultivos fueron trabajados tal cual se venía haciendo, con la prioridad de realizar buenas prácticas agrícolas: las aplicaciones se hicieron teniendo en cuenta que había polinizadores (no se trabajó cuando estaban presentes), se evitaron las derivas, las pulverizadoras no  trabajaron en esos bordes y cuando se sembró las máquinas no pisaron esos terrenos”.

Para Delgado, “el secreto está en la simplicidad: dejar crecer las hierbas presentes en el suelo, no cortarlas ni aplicar herbicidas; y solo destinar pequeños ´parches´ en el campo para que aniden y se alimenten los polinizadores”.

Syngenta enumeró los siguientes beneficios del Operation Pollinator para la producción agrícola:

-Mejora el rendimiento de los cultivos, la calidad y rentabilidad.

-Reduce costos adicionales a servicios de polinización.

-Aumenta la biodiversidad en los campos y la sustentabilidad de los cultivos que requieren polinización de largo plazo por parte de los insectos.

(Noticias AgroPecuarias)

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