Entre rebotes puntuales y la tensión financiera: cómo llega la economía a las elecciones

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Agosto mostró una pausa en la caída de la actividad económica. Sin embargo, la incertidumbre cambiaria y las elecciones de octubre limitan cualquier expectativa de recuperación sostenida.

(NAP) En julio, la economía se había contraído por 3er mes consecutivo y se ubicaba 1,5% por debajo del nivel de febrero; en tanto que en agosto, con tasas de interés en alza y un clima político cada vez más tenso, el panorama lucía negativo, no obstante, los relevamientos privados detectaron un leve repunte, en un relevamiento que realizó Ámbito.com.

Según Equilibra, el Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) habría crecido 0,5% respecto de julio, impulsado por el agro —gracias al maíz y la leche— y por mejoras puntuales en la industria y el comercio.

La Fundación FIEL también registró una suba mensual del 1% en la industria, aunque advirtió que el sector transita su 12ª fase recesiva desde 1980, con una caída anual del 6%. El índice de Orlando Ferreres & Asociados, por su parte, mostró un avance del 0,7% en agosto.

“Se trata más de un rebote desde un piso muy bajo que de un cambio de tendencia”, explicó Gonzalo Carrera, de Equilibra, mientras que desde FIEL remarcaron que “el repunte es insuficiente para hablar del fin del deterioro”.

Pero aun con estas mejoras, la actividad se mantiene cerca de 1% por debajo de los niveles de febrero. Las consultoras coinciden en que la incertidumbre electoral, la volatilidad cambiaria y el estancamiento del crédito seguirán condicionando al resto del año.

“El rebote de agosto es compatible con un escenario de estancamiento o caída en el segundo semestre. Un dato mensual no cambia la tendencia”, señaló Carrera.

Econviews destacó la heterogeneidad de los indicadores: crecieron la producción automotriz, el acero y el comercio exterior, pero retrocedieron la faena vacuna, la molienda de harina y el consumo de cemento. Además, subieron los préstamos al consumo, aunque cayeron los créditos comerciales y los registros de escrituras y patentamientos.

“La baja de tasas dio cierto alivio, pero las decisiones de inversión están congeladas hasta después de las elecciones, cuando se defina si habrá un nuevo esquema cambiario”, apuntó Pamela Morales, de Econviews a Ambito.com.

El factor externo y las dudas del mercado

El Gobierno intentó calmar a los mercados con el respaldo explícito de Estados Unidos, tras vender u$s1.100 millones para contener el dólar oficial. Sin embargo, la eliminación de las retenciones cero generó malestar en el campo y el Tesoro norteamericano compró apenas el 44% de las divisas que liquidaron los exportadores, lo que mantuvo abiertas las dudas sobre la sostenibilidad del esquema.

En este escenario, algunos analistas prevén comportamientos “contraintuitivos”: “Las expectativas de devaluación después de octubre pueden adelantar decisiones de consumo, como ocurrió en 2023”, explicó Matías Rajnerman, del Banco Provincia.

Con todo, los especialistas coinciden en que la economía llegará a las elecciones sin señales firmes de recuperación. La tensión financiera y la incertidumbre política funcionan como un freno para la inversión y el consumo, a la espera de definiciones sobre el rumbo económico y el esquema cambiario que regirá tras los comicios. (Noticias AgroPecurias)

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