La agroindustria argentina tiene un modelo productivo sostenible y competitivo

La BCCba destaca que el país se maneja con prácticas pioneras como la SD, bioinsumos, generación de energías renovables y adhesión a certificaciones ambientales.
(NAP) Un estudio elaborado por la Bolsa de Cereales de Córdoba destaca el rol protagónico que asumió la agroindustria nacional en materia de sostenibilidad, en un contexto global que demanda sistemas productivos cada vez más transparentes, bajos en emisiones y socialmente responsables.
La investigación titulada “El lado sostenible de la agricultura argentina” releva una serie de indicadores que posicionan al país entre los líderes mundiales en prácticas agroindustriales con foco ambiental, social y económico. Según el informe, Argentina ha consolidado una base tecnológica y organizativa que la proyecta como un referente regional en sostenibilidad productiva.
Entre los aspectos más relevantes del trabajo se destaca la adopción generalizada de la siembra directa (SD), sembrar sobre el cultivo anterior sin roturar el suelo, técnica que se aplica en más de 90% del área agrícola nacional y que permite reducir la erosión, conservar la humedad del suelo y bajar el consumo de combustibles fósiles. En Córdoba, esta modalidad alcanza un nivel de implementación aún mayor: 98%.
A la par, más del 60% de la superficie agrícola del país ya opera bajo esquemas de rotación de cultivos, una estrategia clave para preservar nutrientes, cortar ciclos de plagas y enfermedades y sostener la productividad a largo plazo.
En el plano tecnológico, Argentina ocupa el 3er lugar a nivel global en superficie cultivada con eventos transgénicos, con una adopción superior al 99% en soja, maíz y algodón. Esta biotecnología ha sido un pilar para mejorar rindes y eficiencia en el uso de recursos.
Bioenergía e insumos naturales
El avance hacia un sistema agroindustrial más limpio también se refleja en el crecimiento del uso de bioinsumos. Según datos del Senasa, ya existen más de 100 productos registrados entre biofertilizantes, biofungicidas y otras formulaciones biológicas que permiten reducir la dependencia de químicos sintéticos.
En paralelo, el país ha desarrollado una infraestructura destacada para la producción de energías renovables a partir de subproductos agroindustriales. En biogás, Argentina se ubica entre los tres principales productores de América Latina, con epicentros en Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe. En cuanto al biodiésel, el país ocupa el 6to lugar a nivel mundial.
Un caso singular es el de la provincia de Córdoba, que lidera a nivel internacional en el aprovechamiento de la cáscara de maní como fuente energética. De hecho, es la única región del mundo que emplea este residuo como insumo en plantas de bioenergía.
Trazabilidad, certificaciones y financiamiento verde
Además de las prácticas productivas, el informe resalta la creciente adopción de herramientas de gestión ambiental y certificación. Iniciativas como el Programa Argentino de Carbono Neutro (PACN), la plataforma VISEC para trazabilidad libre de deforestación y el sello INDICAGRO de responsabilidad social agroindustrial, ayudan a integrar los estándares internacionales en las cadenas locales.
Por último, el acceso al financiamiento también muestra señales positivas: el 12% de los bonos verdes, sociales y sustentables emitidos en Argentina durante los últimos años estuvieron vinculados al agro, una muestra del interés creciente por modelos productivos compatibles con los nuevos marcos ambientales globales.
El informe concluye que, si bien los avances son significativos, aún persisten barreras para una expansión más profunda de estas prácticas. Entre ellas, se menciona la necesidad de reducir cargas impositivas y de diseñar políticas públicas estables que acompañen la transición hacia una agroindustria cada vez más sustentable. (Noticias AgroPecuarias)