Radiografía del comercio exterior argentino: superávit récord y fuerte presencia agroindustrial

En 2024, el país logró el mayor superávit comercial de su historia, impulsado por soja, maíz y trigo. La industria es la principal demandante de importaciones.
(NAP, por Lucas Bianchi*) En un contexto regional desafiante y volátil, el comercio exterior argentino sigue consolidándose como un pilar fundamental para la economía nacional. Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos, en diciembre de 2024 las exportaciones totalizaron 7.035 millones de dólares, frente a importaciones por 4.255 millones, lo que dejó un superávit de 1.666 millones. A nivel anual, el saldo positivo alcanzó los 18.899 millones de dólares, el más alto en la historia del país.
La estructura de la balanza comercial refleja con claridad las fortalezas productivas de Argentina y también sus necesidades estructurales. En 2024, más del 45% de las exportaciones correspondieron al complejo agroindustrial, con la soja, el maíz y el trigo como protagonistas.
El perfil exportador continúa centrado en los commodities, mientras que las importaciones están mayormente ligadas a la actividad industrial.
En el desglose de las compras externas, se destacó el aumento en la importación de vehículos automóviles para transporte de personas, y una marcada caída en las compras energéticas —como gasóleo y GNL—, atribuida al repunte en la producción local del sector Oil & Gas.
Brasil se mantuvo como el principal proveedor de Argentina, con ventas por 1.356 millones de dólares en diciembre. Le siguió China, con 1.208 millones. Ambas naciones abastecieron principalmente bienes intermedios, aunque también proveyeron bienes de capital, piezas y productos de consumo.
En cuanto a los destinos de las exportaciones argentinas, Brasil lideró el ranking, seguido por China, Estados Unidos y Chile, mercados clave que representaron una proporción significativa de las ventas externas en 2024.
Mirando hacia 2025, se perfilan desafíos y oportunidades. La digitalización de los procesos aduaneros, la diversificación de mercados y una reconversión energética en el transporte logístico son algunas de las claves para potenciar la competitividad exportadora. También será determinante la evolución del tipo de cambio, el acceso a divisas y la renegociación de acuerdos bilaterales. (Noticias AgroPecuarias)
*CEO y Founder de Interborders