Gestión de personas: Liderazgo basado en la confianza, un eje clave del Congreso CREA 2025

La experiencia de Martín Kenny del CREA Valle de Conlara. La gestión de personas y el liderazgo es uno de los temas centrales del Congreso CREA 2025.
(NAP) Martín Kenny, un médico veterinario que siempre se dedicó a la administración de empresas, cuenta con varias décadas de experiencia en gestión de personas y sabe que no existen recetas en esa materia.
Una década atrás, cuando le tocó gestionar una empresa agropecuaria bonaerense, decidió destinar un lote agrícola exclusivamente a los empleados, quienes, utilizando la misma tecnología y recursos de la organización, podían recibir como bonificación la renta generada por esa unidad económica.
“Esa experiencia fue muy interesante porque, al finalizar la campaña se realizaba un análisis económico del lote y en un buen año había una bonificación para los empleados, pero en un mal año se generaban pérdidas económicas que quedaban como saldo negativo para el próximo ciclo. Con eso buscábamos que el equipo comprendiera que el factor central de una empresa no es el capital, sino la posibilidad de generar riqueza para sus integrantes”, explica Martín.
Los años en los que no había nada monetario para repartir generaban, de esa manera, un capital de confianza considerable, porque la mayor parte de los integrantes de la organización comprendían la naturaleza de la dinámica de una empresa, que debe cumplir con sus compromisos –en este caso con los empleados– aun en los casos en los cuales se produzcan pérdidas económicas.
Balance de gestión
“Al final de cada campaña hacíamos una gestión del lote de los empleados para poder identificar los factores que habían llevado a obtener ganancias o pérdidas; se trató de una instancia importante para poder romper prejuicios que pueden llegar a conspirar contra el compromiso”, señala Martín, quien actualmente gestiona su propia empresa dedicada a la producción y prestación de servicios agrícolas (Kennbal SRL, integrante del CREA Valle de Conlara en la región CREA Centro), provincia de San Luis.

Las fortalezas de los equipos se evidencian cuando se presentan problemas (Imagen Kennbal SRL)
Para el empresario en la gestión de personas no es factible aplicar directrices rígidas porque se trata de un proceso dinámico que, como tal, no concluye nunca y evoluciona en línea con los cambios sociales.
Las empresas que tienen una ventaja competitiva –afirma– son aquellas que cuentan con personas que tienen capacidad de autogestión, es decir, que tienen la voluntad, conocimiento y criterio suficiente para resolver desafíos en el marco de las responsabilidades asignadas.
La protocolización de procesos y definición de responsabilidades son aspectos clave para crear equipos de trabajo autosuficientes, aunque no son las únicas cualidades indispensables para lograr esa meta, ya que son las personas las que hacen la diferencia.
“La fortaleza de los equipos se evidencia cuando se presentan problemas, especialmente aquellos derivados de situaciones inesperadas. En tales circunstancias, ¿los trabajadores cuentan con iniciativa propia para resolver inconvenientes o se paralizan a la espera de recibir órdenes?”, remarca.
Cuando los procesos están debidamente protocolizados y pueden monitorearse con información fidedigna, los resultados esperados aparecen más allá de cuáles sean las dificultades por hacer frente.
“Si un trabajador está siempre preocupado porque va a recibir un reclamo de su superior, entonces seguramente podría tender a la inacción ante situaciones inesperadas; en cambio, si está trabajando con autogestión, está jugando un partido personal al competir consigo mismo para superarse en términos personales y profesionales”, expone.
“Más allá de las diferentes personalidades que integran un equipo de trabajo, es importante tener en cuenta que la cultura de la autogestión no se presenta por default, sino que se construye a partir de una decisión empresaria en la cual el desafío es lograrlo en personas que no están acostumbradas a trabajar sin supervisión directa; para eso la clave es que los errores se capitalicen como parte de un proceso de aprendizaje orientado a construir conocimiento”, agrega.
Para construir confianza es fundamental que exista plena correspondencia entre lo enunciado con la acción. Y que, cuando se comete un error, la empresa no focalice la atención en buscar culpables, sino en resolver la situación y determinar cuáles fueron las causas del mismo.
A diferencia de la gestión productiva, económica o financiera, la gestión de personas no puede encuadrarse en una planilla de cálculo o sistema informático, porque la esencia de la misma reside en un activo intangible: la confianza.
“La gestión de personas comienza con una decisión política clara por parte de quienes tienen el poder de definir el rumbo de la empresa. Esa decisión debe sostenerse con compromiso y ejemplo personal, transmitiendo con coherencia lo que se quiere lograr. Cuando ese liderazgo se ejerce de forma visible y constante, se contagia hacia todos los niveles, hasta convertirse en parte de la cultura organizacional”, resume
La gestión de personas y el desafío de liderar y coordinar equipos diversos en un entorno atravesado por la tecnología, la velocidad del cambio y la coexistencia de múltiples generaciones es uno de los ejes temáticos del Congreso CREA 2025. (Noticias AgroPecuarias)