El plan para que el cordero argentino gane lugar en la mesa

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Desde lo frigoríficos aseguran que el consumo podría multiplicarse por 6 si se mejora la producción, pero la flexibilización de la barrera sanitaria cerraría mercados y desincentiva la inversión.

(NAP) En Argentina, cada habitante consume menos de 1 kilo de carne ovina por año, una cifra que contrasta con el potencial, según aseguró el director ejecutivo de la Cámara de Frigoríficos Ovinos y Bovinos de la Patagonia, Juan Uccelli.

En este orden, el directivo afirmó que el sector pude fijarse una meta ambiciosa pero alcanzable: “Podemos llegar a los 6 ó 7 kilos por habitante, siguiendo el camino que ya recorrieron las carnes aviar y porcina”.

Uccelli, quien ya participó en la estrategia que impulsó el consumo de carne de cerdo de 4 a 23 kilos anuales, hoy impulsa un plan para que el cordero deje de ser un producto de consumo ocasional y se convierta en una opción cotidiana.

La clave, según el especialista, está en producir más y mejor: aumentar el número de corderos por oveja, llevar a faena animales más pesados y ofrecer cortes prácticos y accesibles en carnicerías y supermercados.

“El cordero patagónico es un producto que gusta. El desafío es dejar de asociarlo solo a fiestas y asados especiales, y que el consumidor lo encuentre en porciones adaptadas a su vida diaria”, señaló durante una entrevista en Agroindustria en foco, programa de Eco Medios AM 1220.

Además, Uccelli destacó que en la Patagonia la venta de carne ya representa entre el 60% y el 70% del ingreso de un productor ovino, superando a la lana y confirmando que hay un mercado listo para recibir más cordero argentino.

Un obstáculo inesperado

Uccelli advirtió que este plan se encuentra hoy con una seria amenaza: la decisión del Gobierno de flexibilizar la barrera sanitaria de la Patagonia (Resolución 460).

Esta medida, implementada a fines de junio, permite el ingreso a la región de carne vacuna y otros productos con hueso provenientes de la zona norte del país (a partir de la frontera que demarca el río Colorado), que tiene una condición sanitaria diferente: libre de aftosa pero con vacunación.

“Esto ha provocado que Chile, nuestro vecino, que tenía el mismo estatus sanitario (que la Patagonia argentina -libre sin vacunación-), cerrara absolutamente el mercado a todo lo que se exporta desde nuestra región”, dijo Uccelli.

Si bien el volumen de exportación a Chile no es el más grande, su decisión “es un golpe”, ya que la confianza del mercado vecino es crucial. La mayor preocupación del sector, explicó,  es que la medida de Chile genere un “efecto dominó”. Uccelli teme que esta situación se extienda a otros mercados de alto valor que también tenían un estatus sanitario similar al de la Patagonia, como la Unión Europea, el Reino Unido y Japón.

“Se están cerrando puertas que nos costó mucho abrir, y esto ocurre justo antes de la zafra, que es cuando se concentra la producción para exportar”, lamentó Uccelli, agregando que esta medida también pone en riesgo proyectos como la exportación de carne bovina a Japón desde la Patagonia.

El especialista calificó la decisión del Gobierno como un error grave y una señal de que el país está yendo “para atrás”, en lugar de seguir el ejemplo de Uruguay, Paraguay o Brasil, que han avanzado para declarar a todo su territorio libre de aftosa sin vacunación.

Para Uccelli, la única salida para revertir la situación es que la inminente auditoría de Chile confirme que la medida fue un error. “Si esa auditoría sale mal, va a complicar mucho la situación de la Patagonia y obligará a replantear todo lo que se hizo”, concluyó.

(Noticias AgroPecuarias)

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