EEUU endurece la guerra comercial, pero Argentina sale relativamente bien parada

El país enfrentará un arancel del 10%, mientras que Brasil podría sufrir hasta 76% en carne. El Gobierno argentino celebra una “victoria diplomática”.
(NAP) En un nuevo giro hacia el proteccionismo, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció un endurecimiento masivo de los aranceles que afectará a más de 70 países.
La Argentina, sin embargo, resultó uno de los menos perjudicados: sus productos enfrentarán un arancel adicional del 10%, lejos del 25% para Asia o del 40% que golpeará a la Unión Europea.
La medida, que según Trump responde a “una amenaza extraordinaria” por el déficit comercial de su país y la falta de reciprocidad en los acuerdos internacionales, genera una sacudida en el tablero global.
En este contexto, Buenos Aires recibió la noticia como un triunfo diplomático. Las gestiones iniciadas por el gobierno de Javier Milei en abril, que incluyeron viajes oficiales del propio presidente a Washington, habrían ayudado a amortiguar el impacto.
El anuncio coincidió, además, con la aprobación de una nueva revisión del acuerdo con el FMI, que destraba un desembolso de USD 2.000 millones para la Argentina, sumando un guiño adicional desde Washington.
Brasil, en la mira
Mientras Argentina evita una embestida mayor, Brasil se convirtió en uno de los principales objetivos del nuevo esquema. Trump dispuso aranceles del 50% para productos como carne y café, aunque postergó su aplicación hasta el 6 de agosto, tras recibir observaciones del gobierno de Lula da Silva. Incluso con esa prórroga, se estima que el arancel final para la carne vacuna podría trepar al 76,4%.
La medida no solo impactaría directamente sobre la economía brasileña, sino que podría generar un excedente de carne en el país vecino, con una consecuente presión bajista sobre los precios regionales. A la vez, la salida temporal de Brasil como proveedor podría abrirle una ventana de oportunidad a la Argentina, que ya es el tercer exportador de carne bovina hacia Estados Unidos, detrás de China e Israel.
Oportunidades y cautela
La suba de tarifas a competidores asiáticos también podría favorecer el reposicionamiento de productos argentinos, en especial alimentos y minerales. No obstante, analistas advierten que el impacto positivo podría diluirse por un encarecimiento de insumos industriales y una menor liquidez internacional.
“El comercio justo significa aranceles justos”, declaró Trump desde la Casa Blanca, en lo que muchos interpretan como un regreso al tono de su primer mandato. Con el Congreso en manos republicanas, el mandatario cuenta con mayor margen para profundizar esta política.
Los mercados financieros ya reaccionaron: cayeron las bolsas, el dólar y las criptomonedas, en un clima de creciente incertidumbre sobre el rumbo del comercio global. Para la Argentina, el desafío será aprovechar las oportunidades que se abren sin descuidar los efectos colaterales de esta nueva guerra comercial. (Noticias AgroPecuarias)