El BID alertó sobre la asfixia del sector privado argentino

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Impuestos, burocracia y falta de innovación frenan el crecimiento. En un informe marcó un retroceso sostenido desde 2010e hizo propuestas.

(NAP) El Banco Interamericano de Desarrollo publicó un documento que marca la alarmante situación del sector privado en Argentina, señalando un retroceso sostenido desde 2010 y destacando múltiples obstáculos que frenan su desarrollo y competitividad.

El informe subrayó la urgencia de fortalecer a las empresas para impulsar el empleo de calidad, la inserción en mercados internacionales y el crecimiento económico sostenible.

El documento del BID, publicado por Ámbito.com, se centra en el capítulo vinculado al sector privado argentino y describe la baja inversión privada, la caída en el número de empresas (especialmente exportadoras), el retroceso de las exportaciones no primarias, los bajos niveles de emprendimiento y la reducción del empleo privado formal son solo algunos de los problemas identificados.

Y atribuye este deterioro a una combinación de factores, entre los que se destacan la inestabilidad macroeconómica, que impacta en el acceso y costo del financiamiento, y la volatilidad de las políticas y precios relativos.

Además, se señalan deficiencias en la infraestructura física y digital, que reducen la rentabilidad de la inversión productiva, así como regulaciones e impuestos distorsivos. La escasa integración a mercados financieros y de comercio globales y las brechas de capital humano también contribuyen a este escenario.

Carga Impositiva

Argentina se encuentra en una posición crítica en términos de competitividad. El índice de competitividad global del Centro Global de Competitividad del Instituto Internacional de Gestión para el Desarrollo (2024) ubicó al país en el anteúltimo lugar de 67 economías.

La presión tributaria es uno de los mayores dolores de cabeza para los empresarios argentinos. En 2022, Argentina fue el país de América Latina y el Caribe con mayor carga impositiva sobre el comercio exterior (25% del ingreso generado). En 2021, el país cobraba las retenciones a las exportaciones más altas del mundo, junto con Kazajistán (21,9% del valor exportado). Las empresas identifican a los impuestos y las regulaciones laborales como las principales restricciones a su actividad, y los costos regulatorios para abrir y operar negocios superan el promedio regional y mundial.

La innovación tecnológica es otro punto débil. Solo 3% de las empresas manufactureras argentinas adoptan tecnologías digitales de producción inteligente de cuarta generación. En el Índice Global de Innovación de WIPO, Argentina se ubica en el puesto 69 entre 132 países y 8vo en América Latina y el Caribe, lo que refleja los bajos niveles de innovación empresarial.

El crédito al sector privado no financiero también es significativamente bajo, alcanzando un magro 11,9% del PIB en 2023, muy por debajo del promedio de la OCDE (83%). Esta limitación en el acceso al financiamiento impacta directamente en la capacidad de inversión y expansión de las empresas.

Argentina experimentó un marcado retroceso en su inserción comercial internacional. La caída en la cantidad de empresas exportadoras se traduce en una pérdida de participación en mercados globales, con exportaciones que solo representan el 0,3% del total mundial (la mitad que hace 50 años). Además, la participación del país en cadenas globales de valor es baja (27% de las exportaciones en 2018), muy por debajo del promedio sudamericano (37%).

Los elevados costos de transporte son una barrera adicional. El 75% de los corredores principales de la Red Vial Nacional se encuentra deteriorado, lo que incrementa los costos logísticos por mayor consumo de combustible, desgaste vehicular y tiempos de viaje prolongados. La infraestructura deficiente y la limitada integración logística, con solo el 3% de las cargas transportándose por vía fluvial o marítima, complican aún más el panorama.

Propuestas del BID

En respuesta a estos desafíos, el BID propone una serie de acciones:

-Mejorar la calidad regulatoria y simplificar trámites, facilitando la participación privada en el desarrollo y la gestión de activos y servicios de infraestructura, y simplificando y abriendo el comercio exterior.

-Modernizar marcos regulatorios y fortalecer las capacidades institucionales en los sectores de minería y energía, con foco en minerales críticos y la optimización de recursos energéticos.

-Avanzar en la focalización de subsidios y la optimización de tarifas en el sector eléctrico para mejorar la sostenibilidad fiscal y la eficiencia del sistema.

-Mejorar la calidad de los servicios de infraestructura de transporte y la logística de integración.

-Promover la modernización productiva en sectores estratégicos clave. (Noticias AgroPecuarias)

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