El precio de la papa se derrumbó y los productores trabajan a pérdida

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La Federación Nacional advirtió que no recuperan ni 20% de la inversión. Sobreoferta, costos dolarizados, caída de exportaciones y las heladas golpean a todas las regiones.

(NAP) El presidente de la  Federación Nacional de Productores de Papa,  Alfredo Pereyra, advirtió que la actividad atraviesa uno de sus peores momentos: los productores no logran recuperar ni una mínima parte de lo invertido, en un contexto de sobreoferta, costos crecientes y derrumbe de la demanda externa.

“No se recupera ni el 20% de la inversión. Es un desastre”, describió Pereyra, quien aseguró que el drama atraviesa a cientos de productores en las zonas paperas de Argentina.

El dirigente aseguró que el precio del producto “está por el piso” y que la rentabilidad ha desaparecido, mientras la oferta sigue siendo alta y el consumo interno no alcanza para equilibrar el mercado.

Razones

Según el dirigente, la crisis obedece a un combo complejo: una producción mayor a la habitual —alentada por expectativas de demanda industrial que finalmente no se concretaron—, la caída de las exportaciones a Brasil y los altos costos de producción, en su mayoría dolarizados.

A esto se suman las condiciones climáticas adversas. “Hay muchas papas aún en el campo y las heladas ya provocaron daños serios en regiones como el sudeste bonaerense, Villa Dolores y el norte del país”, alertó.

Aunque la papa es un alimento presente en la dieta diaria de los argentinos, detrás de su disponibilidad hay una cadena de valor profundamente desequilibrada.

Los precios al productor están tan deprimidos que “trabajan a pérdida”, mientras que los alquileres de los campos no han bajado: por el contrario, aumentaron impulsados por la expectativa generada por la instalación de una nueva planta industrial, que aún no está operativa. “La papa que debía ir a esa industria terminó saturando el mercado fresco. Y si bien la gente sigue consumiendo, los precios no acompañan”, explicó Pereyra.

El panorama se agrava con la competencia internacional: las papas congeladas europeas llegan a Brasil con costos logísticos tan bajos que igualan el valor de las argentinas, restando competitividad al producto local.

La falta de previsión también es parte del problema. “Se sembró confiando en promesas de compra, pero la fábrica no arrancó y ahora tenemos un exceso de oferta”, dijo el dirigente. Y fue claro con el pronóstico: “El año pasado fue muy bueno, entraron nuevos jugadores. Este año muchos no volverán”.

De cara al próximo ciclo, Pereyra pidió un cambio de enfoque: “Hay que sembrar menos. No se puede repetir esta situación. Necesitamos equilibrio para sostener la actividad”. Y cerró con un mensaje de prudencia: “El papero de siempre va a seguir. Pero debe hacerlo con menos hectáreas y más previsibilidad”. (Noticias AgroPecuarias)

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