El Grupo Lequio compró Mattievich y se convirtió en el mayor operador frigorífico del país
Con la adquisición de 80% del paquete accionario del histórico grupo santafesino, Lequio suma más de 10 plantas y alcanza una capacidad de faena de 680.000 cabezas anuales.
(NAP) El Grupo Lequio dio un golpe en la industria cárnica al concretar la compra de 80% del paquete accionario de Mattievich, uno de los frigoríficos más importantes de Argentina, en una operación que incluye 6 plantas faenadoras y de subproductos ubicadas en Santa Fe.
Esta compra, posiciona a la firma con base en Chascomús como el mayor grupo frigorífico nacional en cantidad de unidades operativas.
El acuerdo abarca establecimientos en Carcarañá, Villa Gobernador Gálvez, Casilda y Arroyo Seco, que se suman a las plantas que Lequio ya operaba en La Pampa, Entre Ríos y Santa Fe, además de dos graserías. En total, la compañía alcanza una capacidad de faena estimada en 680.000 cabezas anuales, consolidándose como un actor clave tanto en el mercado interno como en la exportación.
Leonardo Lequio
“Fue una patriada para la época”, resumió Leonardo Lequio, presidente del grupo, al referirse a la magnitud de la inversión, cuyo monto no fue revelado por cuestiones de confidencialidad. La integración operativa y estratégica comenzó de inmediato y busca asegurar una transición ordenada, sin afectar contratos laborales ni comerciales vigentes.
El nuevo conglomerado, que emplea a más de 1800 personas y exporta a mercados como Estados Unidos, Europa, China e Israel, apunta a una expansión sostenida con foco en la eficiencia, la trazabilidad y la calidad. “Esta etapa nos permitirá alcanzar mayores niveles de desarrollo sustentable”, afirmaron los hermanos Federico y Leonardo Lequio.
La adquisición también simboliza el retiro de José Mattievich, fundador del grupo homónimo, tras más de 5 décadas en el negocio. Su salida marca un cambio generacional en un sector que atraviesa una profunda reconversión, donde escalar operaciones, diversificar destinos y ganar volumen se ha vuelto indispensable.
Con una fuerte presencia en la cadena de valor, marcas propias como Black Angus y una red de carnicerías gourmet que llega hasta Madrid, Lequio no solo gana volumen, sino también posicionamiento en un negocio cada vez más exigente. La consolidación no responde a una coyuntura favorable, sino a una estrategia de largo plazo, según explican desde la firma. “No es la rentabilidad actual la que nos empuja, sino la vocación de seguir creciendo”, concluyó Leonardo Lequio. (Noticias AgroPecuarias)
