Soja 2024/25: abundancia de oferta y falta de previsibilidad

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Con una campaña que arranca con altos stocks, precios deprimidos y un clima que no da tregua, el mercado de soja enfrenta una ventana comercial breve y tensa.

(NAP, por Lautaro Ronchi*) La campaña de soja 2024/25 arranca atravesada por una paradoja: mientras la oferta es abundante, las condiciones para vender bien son cada vez más restringidas. A los altos niveles de stock inicial (7 a 8 millones de toneladas remanentes de la 23/24) se suma una producción estimada en 49 millones de toneladas, configurando un mercado sobreabastecido en términos físicos, pero trabado desde lo comercial.

El avance de cosecha —en apenas el 14,5% hasta la semana pasada— refleja no solo un atraso climático, sino también un mercado sin fluidez. El empalme entre la cosecha argentina y la mercadería importada desde Paraguay fue complejo. Las lluvias y los retrasos generaron un arranque accidentado, con fábricas y exportadores estirando al máximo la logística y forzando compras en condiciones que les son favorables.

En este contexto, lo más llamativo es la escasa mercadería comprometida: ni forwards, ni convenios con precio a fijar, ni volumen significativo vendido anticipadamente. Los precios deprimidos explican en parte este comportamiento, pero no son el único factor.

Las medidas económicas recientes (quita del cepo cambiario, baja transitoria de retenciones hasta el 30 de junio) generan una situación excepcional: una ventana breve donde podrían darse mejores condiciones de venta, pero que también concentra presión sobre los productores. Los compradores están aprovechando este momento para hacer valer su posición, con plantas que demoran entregas de convenios previos y privilegian la compra spot, a precios que descuentan entre 20 y 35 dólares por tonelada frente al valor teórico.

Mientras los puertos rebalsan de camiones y los cupos se encarecen, los productores enfrentan una decisión difícil: vender con penalizaciones o esperar condiciones inciertas más adelante. El mercado parece estar diseñando un embudo comercial donde solo unos pocos podrán capturar buenos precios.

La soja 24/25, que pintaba con potencial productivo, enfrenta una encrucijada comercial. El desafío no será solo cosechar, sino saber cuándo —y cómo— vender en un tablero que, por ahora, juega a favor de la demanda.

*Operador en el mercado de granos. 

(Noticias AgroPecuarias)

 

 

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