Agroindustria advirtió que la calidad del trigo es media/baja

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Por menor uso de fertilizantes, el promedio nacional de proteína es de 10,5%, “inferior” a lo que demanda la exportación. 

BUENOS AIRES (NAP). Un trabajo elaborado por el Ministerio de Agroindustria de Argentina destacó que la definición de calidad media/baja, ya exige un tenor mínimo de proteína base seca del 12% (equivalente a un 10,38% de proteína base y 13,5% de humedad del sistema argentino). “Esto ya significa una alarma (y es algo recurrente) para nuestros trigos”, recalcó el trabajó.

Concretamente, el Informe Institucional del Trigo Argentino (elaborado por Senasa y entidades del sector) detalló que la campaña 2015/2016 arrojó un promedio nacional de 10,5% de proteína base húmeda, según publicó el diario BAE.

Esto significa que “ya estamos en el límite inferior de proteína que demandan los países que compran en base a precio, por lo tanto pensar en posicionarse en otros segmentos del mercado, con demandas mínimas de proteína, resulta una utopía o bien algo factible solo para una fracción muy pequeña de nuestra actual producción triguera”, alertó la cartera de agroindustria.

El motivo se debe buscar en que “la caída de la proteína a nivel nacional es el resultado del manejo agronómico aplicado (genética y fertilizantes) y del deterioro de la fertilidad de nuestros suelos, a pesar del sostén que significa la siembra directa (necesaria, pero no suficiente). Este fenómeno es mundial y se viene manifestando en todos los países trigueros, aunque con diferente intensidad”.

Propuesta

El análisis aconsejó que una medida para aplicar desde el Estado Nacional sería la desgravación impositiva de la compra de fertilizantes, para paliar a largo plazo el balance negativo de los nutrientes del suelo (la tasa de extracción supera a los aportes).

En los últimos años, dicha situación se empeoró por falta de una fertilización balanceada y por las rotaciones inadecuadas, fruto de la pérdida de rentabilidad que soportó el cultivo de trigo.

El objetivo en el largo plazo es más que interesante. El suelo va proveyendo los nutrientes que se llevan las cosechas pero eso tiene un límite y va a llegar un momento en que si se quiere sostener en el tiempo altas cosechas e incrementarlas, el suelo argentino se encontrará definitivamente en un cuello de botella difícil de solucionar y de nada servirá la alta tecnología. Sino se le da herramientas al productor, el crecimiento de los cultivos se dará sólo como hasta ahora, en desmedro de otras producciones. (Noticias AgroPecuarias)

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