El Niño viene con fuerza
Los tres océanos se encuentran en fase de calentamiento. Análisis de las consecuencias para todas las actividades y regiones agrícolas argentinas.
BUENOS AIRES (NAP, por Eduardo Sierra*). El Océano Pacífico Ecuatorial observa el desarrollo temprano en un episodio de “El Niño”, de considerable intensidad, cuya existencia ya ha sido reconocida por la mayoría de los servicios meteorológicos del mundo.
Adicionalmente se observa un calentamiento del Océano Indico, que podría estar asociado al desarrollo de una fase positiva del Dipolo del Océano Indico (IOD), lo cual suele acentuar los efectos de “El Niño”.
Por su parte, el Océano Atlántico Subtropical continúa mostrando temperaturas superiores a lo normal debido a que se encuentra atravesando una fase positiva de larga duración de la Oscilación Multidecadal del Atlántico (AMO), cuyos efectos comenzaron a notarse a partir de 2007 y probablemente continúen sintiéndose por unos 20 o 30 años más.
La influencia del calentamiento del Atlántico provocará fuertes tormentas sobre el Litoral Fluvial, pero reduciendo al mismo tiempo la llegada de lluvias hacia el interior del área agrícola, especialmente a su porción sudoeste.
Asimismo, el calentamiento del Atlántico imprimirá una fuerte irregularidad a la marcha de las precipitaciones, haciendo que se alternen prolongadas rachas de tormentas, con riesgo de anegamiento de los campos bajos e inundaciones urbanas, con igualmente prolongadas rachas de bloqueo, durante las cuales predominarán condiciones secas y calurosas, que consumirán las reservas de humedad de los suelos.
Paralelamente, se adicionarán los efectos causados por la circulación polar, que se encuentra activada, debido a que se atraviesa una fase negativa de la Oscilación Antártica (AAO).
Esta combinación de factores contrapuestos producirá un escenario climático sumamente perturbado:
*El este de la Región del Chaco, la Mesopotamia y el centro y el este de la Región Pampeana observarán tiempo cálido y húmedo, con precipitaciones superiores a lo normal desde Octubre hasta Marzo, con alto riesgo de tormentas severas, con granizo y vientos.
*A diferencia de otros episodios de El Niño que afectaron negativamente al NOA y el norte de Cuyo, en este episodio, estas áreas observarán precipitaciones normales a superiores a lo normal, aunque muy irregulares, tanto en el espacio como en el tiempo.
*Contrariamente, el sur de Cuyo y el sudoeste de la Región Pampeana observarán tiempo predominantemente seco y extremadamente caluroso, con precipitaciones inferiores a lo normal. Cada tanto, el tiempo seco y caluroso dará paso a cortas rachas de tormentas, que generarán el riesgo de granizo y vientos, pero cuyas precipitaciones serán insuficientes para compensar el consumo de humedad de los cultivos y pasturas.
Tal como sucede en los episodios de El Niño las áreas montañosas recibirán buenas nevadas, asegurando un buen aporte de agua para riego cuando se produzca el deshielo primaveral. Se producirán entradas de aire polar hasta bien entrada la primavera, dando un régimen de heladas más intenso que el observado en la temporada 2014, pero mucho menos intenso que lo registrado en 2013.
Se dará el riesgo de crecida de los grandes ríos Paraná, Paraguay y Uruguay, así como el peligro de anegamientos en los campos bajos en las cuencas de los ríos de llanura de la Región Pampeana.
Conclusiones
Debido a la compleja interacción de factores que dominan el clima sudamericano, debe esperarse una sucesión de escenarios contrapuestos, que se irán sucediendo a lo largo de la temporada, según se describió en los títulos precedentes.
Dependiendo su respuesta a los fenómenos que se esperan, las distintas actividades agrarias experimentarán una combinación de ventajas e inconvenientes:
Actividad ganadera: Buena disponibilidad de forraje, pero problemas sanitarios y de piso, causados por los excesos hídricos que se esperan. Asimismo, se darán lapsos prolongados con fuertes calores y alta humedad atmosférica, que estresarán al ganado, perjudicando especialmente a la producción lechera. La posible crecida de los grandes ríos, pondrá en peligro la veraneada en la zona de islas.
Cultivos invernales: El trigo y los demás cereales de invierno, así como la colza, sufrirán problemas por los excesos de temperatura y humedad. Si bien se producirán entradas de aire polar, que proveerán frío, entre las mismas, se intercalarán lapsos cálidos, con temperaturas devernalizantes, que harán perder la mayor parte del frío acumulado haciendo que este requerimiento bioclimático no logre satisfacerse adecuadamente.
Adicionalmente, su etapa reproductiva de fines de invierno y comienzos de primavera, será afectada negativamente por la alta incidencia de enfermedades producida por los excesos de temperatura y humedad, así como por la posible ocurrencia de tormentas graniceras. La cosecha, acondicionamiento, almacenaje y transporte, serán obstaculizadas por las fuertes lluvias esperadas hacia la segunda mitad de la primavera. Por su carácter de cultivo de verano temprano, y su susceptibilidad a las enfermedades, el girasol sufrirá problemas parecidos.
Cultivos estivales: Por su buena respuesta a condiciones de calor y humedad, el maíz y la soja responderán bien a las condiciones esperadas. No obstante, debe preverse una fuerte presión de malezas, plagas y enfermedades. Asimismo, se dará el riesgo de tormentas graniceras. La cosecha, acondicionamiento, almacenaje y transporte, serán obstaculizadas por las fuertes lluvias esperadas.
Cabe insistir, una vez más, en que, las irregularidades exhibidas por el agroclima durante las últimas campañas agrícolas, tanto a nivel nacional como internacional, indican que no es prudente hacer cálculos exitistas, y que debe dejarse siempre un margen de seguridad en las proyecciones económicas y productivas que se realicen. (Noticias AgroPecuarias)
*Ingeniero agrónomo, especialista en Agrometeorología. Informe elaborado para la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.