Maíz húmedo, manejo en poscosecha de acuerdo a su destino final
Cómo cuidar el seco, el frío, la limpieza y la sanidad según se destine a molienda, forraje, semilla o alimento. Un largo trabajo del Inta.
BUENOS AIRES (NAP). La conservación del maíz desde la cosecha hasta su uso final debe realizarse con las menores pérdidas de calidad posible, entendiendo por calidad los atributos del grano que le dan valor para su uso final. Por ejemplo, si el destino es molienda, la integridad física del grano es fundamental; si el destino es forrajero su valor nutricional es lo esencial; si el destino es la siembra (semilla) su poder germinativo es la cualidad a conservar.
“A su vez, si el destino es la alimentación humana o animal, la inocuidad del producto es también un atributo necesario: libre de contaminación con micotoxinas y pesticidas”, apunta el Inta, que publicó un trabajo sobre el cuidado del maíz en poscosecha elaborado por los ingenieros agrónomos Marcelo Leandro Cardoso, Ricardo Bartosik, Gustavo Depetris y Diego De La Torre.
En líneas generales podemos asegurar que durante el almacenamiento la principal causa de deterioro de la calidad está dada por el desarrollo de microorganismos. Estos se activan a una determinada humedad, a partir de allí, cuanto más húmedo está el grano, más rápido es su deterioro. Por ello, cualquiera sea el destino final del maíz, la técnica de conservación universal es el secado. Es decir guardar el maíz con una humead lo suficientemente baja para que no permita el desarrollo de hongos.
En segundo término el enfriado del grano también favorece la conservación, reduciendo la actividad biológica de los microrganismos que lo dañan. Una vez seco el grano, podemos aseverar que cuanto más frio se encuentre menor será el riego de desarrollo de insectos (por debajo de 17°C el desarrollo de insectos es prácticamente nulo).
En definitiva para aumentar la probabilidad de conservar los atributos del maíz durante su almacenamiento el grano debe estar: Seco (contenido de humedad igual o inferior a 14,5%), Frío (17°C o inferior), Limpio (sin partículas extrañas, polvo, grano partido etc.) y Sano (poca incidencia de enfermedades, fundamentalmente fúngicas).
Las condición inicial del grano combinado con el sistema de almacenamiento utilizado definirán el tiempo de almacenamiento seguro (TAS), es decir el tiempo que podemos almacenar ese maíz antes de que sus calidad se vea dañada. Teniendo todo esto en mente repasaremos cuales son las opción de manejo de maíz húmedo en la poscosecha de acuerdo a la humedad de cosecha, su destino final y las instalaciones/recursos disponibles.
Almacenamiento en silo convencional (sistema no hermético): El manejo de maíz húmedo en silos convencionales dependerá del nivel de equipamiento del silo, principalmente de las capacidades y limitaciones de los sistemas de aireación instalados. Por ejemplo, para enfriar el grano se requiere un caudal de aire relativamente bajo, a razón de 0,1 metros cúbicos de aire por minuto y por tonelada de gano almacenado, resultando este caudal insuficiente para secar. Si se requiere mantener en buenas condiciones grano húmedo a la espera de ser secado (ej. maíz a 18%), o extraer un punto de humedad al grano en un tiempo razonable (maíz entre 14,5 y 16,5%), evitando el dañado por hongos (acondicionamiento por humedad) se requiere una aireación reforzada con un caudal de aire cinco veces superior (0,5 metros cúbicos de aire por minuto y por tonelada de gano almacenado)
Finalmente, si lo que se desea es secar en silo (bajar 3 o más puntos de humedad) se requieren caudales de aire diez veces superiores a una aireación de mantenimiento (1 m3, min-1, t-1), lo cual demanda un sistema de distribución de aire bien dimensionado (normalmente un piso plano totalmente perforado), quemador y un controlador automático del sistema. Además, el secado en silo es un proceso lento que dura varias semanas, por lo que normalmente no se adapta a la logística de un acopio.
Acondicionamiento por humedad: Un sistema de aireación reforzado pude extraer un punto de humead en menos de un mes, permitiendo el almacenaje seguro del grano. Por ejemplo, si se cosecha maíz a 15,5 % de humedad y se almacena en un silo con un aireación reforzada de 0,5 m3 min-1 .t-1 es posible reducir su humedad a 14,5 % (humead de recibo) antes de que los hongos empiecen a desarrollarse y dañar el grano.
Para lograrlo es importante que el ventilador este encendido la mayor parte del tiempo hasta reducir la humedad. Solo habría que apagarlo cuando la humedad relativa ambiente sea igual o superior a 80%.
Mantenimiento de grano húmedo previo al secado: Si se necesita almacenar grano muy húmedo (ej. maíz a 18% de humedad) hasta que pueda ser secado en una secadora de alta temperatura, entonces se debe contar con una aireación reforzada (0,5 m3.min-1.t-1). En este caso la aireación se debe utilizar de manera permanente, sin importar la condición climática. Esto es así porque el grano húmedo respira muy intensamente, generando calor y estropeando la calidad del grano. La aireación continua permite mantener la temperatura del grano en valores cercanos a la temperatura ambiente, preservando la calidad del grano hasta que pueda ser secado. Conviene resaltar que esta situación no se puede prolongar en el tiempo más allá de tres semanas.
Mezclado: Si se cuanta con instalaciones adecuadas y con maíz seco suficiente pude mezclarse el grano húmedos con grano seco para obtener un lote de grano con un contenido de humedad promedio. Es importante no mezclar lotes con más de 3 puntos porcentuales de diferencia, de lo contrario parte de los granos permanecerán húmedos y no llegaran al equilibrarse con el resto de la a masa de granos.
Secado alta temperatura: Cuando finalmente el grano debe ser secado la opción más difundida son las secadoras de flujo continuo, alta temperatura (temperatura del aire desecado alrededor de 90°C) y alta capacidad (toneladas/hora). Estas secadoras son apreciadas por su capacidad secar el grano de forma muy rápida, sin embargo si el proceso es muy violento, excesivo calentamiento del grano y/o una extracción de humedad muy rápida, puede dañarse la calidad del grano de forma permanente.
Almacenamiento en silo bolsa (sistema hermético): Si el sistema de almacenamiento a utilizar es el silo bolsa, la naturaleza hermética del sistema favorece la modificación de la atmosfera (en el interior de la bolsa). El grano y los microrganismos asociados a él respiran consumiendo el O2 y liberando CO2, reduciendo y aumentado la concentración de cada uno de estos gases, respectivamente. A mayor concentración de CO2 y menor de O2 las condiciones del ambiente dentro de la bolsa se vuelven poco propicias para el desarrollo de hongos e insectos. Claro que a mayor humedad inicial del grano almacenado y a mayor temperatura mayor es la respiración y consiguientemente la modificación de la atmosfera, pero esta respiración ocurre a costa del consumo de la materia seca del grano, es decir a costa del daño del grano y pérdidas de calidad. Este fenómeno de modificación de la atmosfera se combina con la gran superficie expuesta al ambiente en relación al volumen de gano almacenado en un silo bolsa.
El largo de la bolsa (usualmente 60 m) combinado con un diámetro reducido (2 m aprox.), comparado con un silo chapa tradicional, facilita el intercambio de calor con el ambiente. Por lo que el calor producido por la actividad de hongos y/o insectos en la bolsa se disipa rápidamente sin registrar aumentos de temperatura en el grano. De hecho la temperatura del grano almacenado en el silobolsa copia las fluctuaciones estacionales de la temperatura ambiente. En el caso del maíz producido en zonas con clima mediterráneo (estaciones bien marcadas) esto es beneficioso para su almacenamiento dado que se cosecha durante el otoño cuando la temperatura ambiente promedio se reduce paulatinamente hasta el invierno. Es decir que cuando almacenamos maíz en silobolsa tenemos la posibilidad, si las circunstancias lo ameritan, de almacenar el grano con una humedad superior a 14,5%, aunque no mayor a 16% desde la cosecha y durante el invierno. Si bien no eliminamos la actividad de hongos y pérdidas de calidad, la modificación de la atmosfera y las bajas temperaturas reducen la velocidad de los procesos de descomposición, reduce los riesgos y extiende el TAS. Por supuesto que el TAS y los límites de humedad son meramente orientativos, una generalización ideal, debido a que el comportamiento de los granos y la microflora asociada es afectado por la combinación de numerosos factores, por lo que cada caso necesita un estudio particular.
Sin embargo, para lograr una adecuada conservación en silo bolsa se debe garantizar la hermeticidad para evitar la entrada de agua y de O2. Para ello se deben seguir una serie de recomendaciones tendientes a minimizar la pérdida de hermeticidad, entre las cuales podemos citar: 1) armar la bolsa en un terreno alto, nivelado, con ligera pendiente (evitar la acumulación de agua en el lugar de emplazamiento de la bolsa; 2) limpiar el terreno de malezas y residuos del cultivo anterior (evitar roturas en la base de la bolsa); 3) termo-sellar el inicio y cierre de la bolsa; 4) revisar y emparchar todas las roturas y/o perforaciones (restaurar hermeticidad); 5) instalar cerco perimetral, implementar control de roedores, mantener el pasto corto y el terreno limpio en las inmediaciones de los silo bolsas (evitar la presencia de animales en los alrededores y minimizar riesgos de daños).
Ensilado o silaje: Cuando el destino final del grano de maíz es el consumo animal (forrajero) surge otra posible técnica de conservación de la calidad del grano, en este caso lo importante es conservar su valor nutricional y minimizar la pérdida de energía digestible. En este caso en vez de conservar el grano por deshidratación la técnica consiste en favorecer el desarrollo de bacterias que en ausencia de O2 provocan una fermentación ácida (bacterias epifíticas de ácido láctico (BAC))reduciendo el pH del medio hasta niveles que impiden el desarrollo de bacterias y hongos saprófitos causantes del deterioro del grano (putrefacción). Para favorecer el desarrollo de las BAC el grano debe ser cosechado con un contenido de humedad de 25% o superior y almacenado en un sistema de almacenamiento hermético (normalmente se utiliza el silobolsa) que impida la entada de O2.
Luego de un tiempo se obtendrá un producto forrajero de calidad que podrá ser conservado durante un tiempo prolongado. El grano así conservado tiene la ventaja de tener similar valor energético, y proteína que el grano seco, como lo demuestran los ensayos realizados por Mader et al., (1991) en engorde a corral.
Quienes también observaron que un incremento en el porcentaje de humedad impacta positivamente en la eficiencia de conversión. Otras ventajas a considerar de esta técnica de conservación son la ausencia de costo de secado, el incremento del rendimiento por hectárea, debido a la menor caída de espigas (pérdidas pre cosecha) gracias a la cosecha temprana, y la posibilidad de cultivar híbridos con una madurez relativa mayor.
Claro que también pueden considerarse desventajas como no tener alternativas de comercialización (solo alimentación animal) y el uso de maquinaria específica para embolsado y procesado. Además, un inadecuado proceso de ensilado generará más pérdidas y se deben tener más cuidados durante la alimentación de los animales debido a su mayor tasa de digestión y a la posibilidad de un aumento de la ocurrencia de abscesos hepáticos posiblemente asociados a episodios de acidosis ruminal.
El grano cosechado húmedo debería ser molido o partido previo al almacenaje ya que facilita la eliminación del oxígeno favoreciendo el proceso de ensilado. En los casos en que la humedad del grano sea inferior al 25%, es necesario incorporar unos 13 litros de agua por tonelada de grano por cada punto porcentual de humedad por debajo del 25%. Otra opción es la del agregado de ácido propiónico o mezclas de propiónico- acético, estos permiten una rápida caída del pH y limitan la actividad microbiana. La concentración de propiónico a utilizar dependerá del contenido de humedad de grano almacenado siendo del 0,45% (base húmeda) con 18% de humedad al 0,70% con el 24%. La desventaja que presenta es que los ácidos son corrosivos para los metales con lo cual es necesario el lavado posterior de la maquinaria utilizada para el embolsado, no así cuando se realiza el suministro ya que el ácido habría sido absorbido por el grano.
Corolario
De los conceptos expuestos anteriormente queda en evidencia que de acuerdo a la humedad de cosecha del maíz y el destino final que se le dará se determinan las posibilidades de almacenamiento en cuanto a técnica de conservación, sistema de almacenamiento y TAS. (Noticias AgroPecuarias)
El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta) desarrolló un Silo Secador orientado básicamente al secado de granos con valor diferencial (maíz pisingallo, semillas, maíz para industria, etc) pero puede ser una alternativa para productores chicos y medianos de maíz commodity. En la foto de apertura, se puede ver el secador accionado por el ingeniero Bartosik.