Cómo mejorar el rinde del trigo con fertilización balanceada

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Recomiendan sumar el zinc y el azufre, a las aplicaciones tradicionales de nitrógeno y fósforo, que darán mayores rendimientos sin un mayor incremento de costos.

 

BUENOS AIRES (NAP). El nitrógeno y el fósforo son los principales nutrientes que el productor de trigo considera habitualmente en su esquema de fertilización; sin embargo, los expertos recomiendan ahora considerar la incorporación de zinc y azufre lo que ayudará a incrementar el rendimiento, sin afectar necesariamente la inversión.

“La fertilización a la siembra es clave para un buen establecimiento del mismo. La aplicación de nitrógeno, fósforo, potasio, azufre y magnesio, en formas químicas de rápida disponibilidad, permiten un crecimiento inicial vigoroso por parte del cultivo. El uso de mezclas químicas asegura una distribución homogénea de  los nutrientes en el lote y como consecuencia un crecimiento parejo del cultivo”, dijo la ingeniera agrónoma, Evelina Rolla, coordinadora de marketing de Yara Argentina.

Azufre

En cuanto al azufre, se resaltó que, comparativamente, en el trigo los requerimientos de azufre son similares a los de fósforo y mucho menores que los de nitrógeno y potasio.

El azufre (S) es uno de los 17 nutrientes esenciales. Interviene en la síntesis de proteínas y lípidos, por lo que su aprovisionamiento es clave para un correcto crecimiento y desarrollo de los cultivos. La concentración de azufre en el suelo no es un criterio absoluto para la decisión de aplicación. En la mayoría de los suelos de regiones húmedas, el S se encuentra formando parte de la materia orgánica. Por lo tanto, en suelos con menor porcentaje de materia orgánica se espera una menor disponibilidad del nutriente y como consecuencia, una mayor respuesta a la fertilización.

La existencia de fuentes nitrogenadas y azufradas en mezcla química permiten la incorporación de este nutriente en el planteo de fertilización. En cuanto a los beneficios operativos, los fertilizantes que poseen mayor tamaño del grano, granulometría uniforme y alto peso específico son aconsejables por su mayor capacidad de trabajo en aplicaciones en cobertura.

El aporte de nitrógeno en forma de nitrato, de rápida disponibilidad para el cultivo, es sumamente importante para aplicaciones en macollaje, que junto con encañazón constituyen el momento de máxima demanda por parte del cultivo. En esta etapa -advirtieron- las pérdidas por volatilización de las fuentes tradicionalmente usadas en aplicaciones al voleo pueden llegar hasta el 17%.

Zinc

La firma recordó que las deficiencias de zinc han comenzado a observarse desde hace algunos años en la región pampeana. Condiciones ambientales como bajas temperaturas, bajos niveles de materia orgánica, altos niveles de fósforo o calcio y/o suelos compactados afectan la disponibilidad de este nutriente.

Una de las formas de aplicación de zinc en el cultivo es a través del tratamiento de semillas con fertilizantes altamente concentrados. Además, la compatibilidad con un amplio espectro de fungicidas e insecticidas permite una aplicación fácil y rápida.

“Como conclusión, sin incrementos importantes en la inversión, la definición de un plan adecuado de fertilización que contemple los 4 requisitos básicos: fuente, momento, dosis y forma de aplicación, es una de las prácticas con mayor impacto en el rendimiento y calidad del cultivo de trigo. Las decisiones dependerán de la localidad, historia agrícola del lote y rendimiento objetivo”, apuntó la ingenierra Rolla. (Noticias AgroPecuarias)

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