Lechería: se frenó la recuperación de precios y complica la sequía

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El 2017 la producción argentina habría cerrado 1% por debajo del año anterior. “Las finanzas de muchos tambos están mucho mejor pero no resueltas”. El Panorama Lechero de enero de Caprolecoba.

TRENQUE LAUQUEN, Buenos Aires (NAP, por Daniel Villulla*). Se complicó la situación agroclimática para los tambos y el conjunto de la producción. La pradera pampeana y nuestra Cuenca Oeste se vienen secando, bajan las napas, y se ajusta o aparece el déficit de humedad en el perfil superficial (**).

El 4 de enero recibimos lluvias dispares y moderadas, de entre 15 y 35 mms. Buenas, pero de beneficios efímeros. Y esperamos para la segunda quincena nuevas precipitaciones, que necesitamos sean más consistentes. (Téngase en cuenta que en esta época, con días de altas temperaturas y algo de viento, se están evapotranspirando alrededor de 10 mms por día).

Los expertos nos dicen que lo más crítico es lo que estamos terminando de pasar, y que hacia Febrero, se recuperaría cierta “normalidad”.

Para el trimestre estival, el Servicio Meteorológico Nacional (de Argentina) prevé lluvias normales o inferiores a lo normal y temperaturas normales o superiores a lo normal en la región pampeana.

Producción

Según datos de la Subsecretaría de Lechería del Ministerio Agroindustria, que registró déficit de humedad en superficie, los cultivos tempranos (llegaron más abajo con sus raíces) se muestran mejor. Mientras en el otro extremo, no se pueden completar las siembras por sequía, lo que ha mermado mucho la oferta forrajera y si no llueve bien, habrá menores rindes en los maíces.

En los tambos se planea mantener o mejorar en 2018 la producción de 2017. Aunque costará poder aumentar más la carga (dependerá mucho del precio de la leche y de las relaciones de precios).

A tambo constante, nacionalmente se espera haber terminado el 2017 cerca de 1% debajo de 2016. Y en el recibo de Mastellone de Trenque Lauquen se cerró -0,1%, es decir, con “empate” sobre 2016.

Escenario comercial

En la Cuenca Oeste, terminamos el 2017 con una pequeña suba en los precios de la leche. En pesos/litro fue del 1% y en pesos/KSU fue del 2,5%. En dólares, los valores se ubicaron en u$s 0,30/litro, y u$s 4,40/KSU ($18,75/u$s según Márgenes Agropecuarios). Y en la comparación interanual (a moneda corriente) quedamos 24% sobre 2016.

Lamentablemente, la empresa Lácteos Conosur (La Suipachense) entró en concurso de acreedores y renegocia condiciones para tratar de asegurar la continuidad de su abastecimiento.

La debilidad relativa de las pymes frente a las mayores industrias lácteas, cierta postergación en la caída estacional de la producción, la derivación de leche cruda entre empresas y un equilibrio ‘finito’ entre lo que se elabora y se vende en el mercado doméstico han retrasado una necesaria y posible recuperación de los precios al productor, que se debe activar.

Necesaria porque en distintas zonas no hace tanto que se ha empezando a salir de las consecuencias de adversidades climáticas severas, las finanzas de muchos tambos están mejor, pero no resueltas, y las decisiones de inversión para adelante mantienen interrogantes abiertos.

Y posible porque ya comienza a notarse más la baja estacional de la producción y, ante un consumo que se insinúa por lo menos estable, van a empezar a moverse los stocks y a necesitarse recomponer los recibos.

La definición del tema SanCor, puede también tonificar la demanda, a partir del desembarco de Fonterra.

Marco político

2018: Una nueva oportunidad para hacernos cargo y reorganizar el sector
Empezamos otra vez un “año nuevo”. Como siempre, con expectativas, problemas, posibilidades, y debates acerca de qué irá a ser de nuestro negocio y nuestro sector, de aquí en adelante.

Y esta vez, tendemos a pensar que algo distinto y favorable a la lechería puede estar comenzando a pasar, y a proyectarse hacia el mediano y largo plazo.

¿Por qué? Simplemente, por alguna de estas cosas, otras más, o la suma y conjunción de ellas:

-Hay un gobierno que, con errores y aciertos, reconoce los problemas, las limitaciones, y las cuestiones pendientes. Se hace cargo, y nos interpela para que hagamos lo mismo en nuestro lugar.

-Hay abierto un diálogo para la consideración conjunta de qué hacer y con qué prioridades, con los recursos limitados que se cuentan, transparencia y estímulo a la competitividad (como consenso). Y todo con salvaguarda del bien común, ya que somos uno entre otros sectores de la sociedad.

-Ha quedado de manifiesto claramente que la solución a nuestros problemas no llegará toda desde “afuera”. Gran parte de la misma está en nuestras manos, y sólo en ellas. Pendiente. Aguardando nuestra decisión. Y es una suerte que así sea. (Noticias AgroPecuarias)

*Ingeniero agrónomo. Analista de la Cámara de Productores de la Cuenca Oeste de la Provincia de Buenos Aires (Caprolecoba)

** Este análisis se cerró el viernes pasada, antes de las lluvias que se dieron este fin de semana en varias zonas de la provincia de Buenos Aires.

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