Las altas temperaturas en Chubut afectan a la producción de forrajes

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Desde 2010, investigadores del INTA analizan el impacto de las altas temperaturas registradas en Chubut y determinan que los valores se incrementaron en el 75 por ciento de las estaciones.

ESQUEL, Chubut (NAP) Los cambios en las variables climáticas condicionan, cada vez más, el desempeño de los sistemas productivos y la funcionalidad de los ecosistemas. Este es el caso del ascenso de las temperaturas registradas en Chubut, que afectan el normal desarrollo de los pastizales. Esta situación impacta negativamente en los rendimientos productivos.
De acuerdo con Guillermo Carlos García Martínez, especialista del INTA Esquel, Chubut, “en términos generales, el sistema ganadero sufre un proceso de deterioro histórico que incluye caídas en las cargas ganaderas y en el daño de los pastizales”. El proceso se agravó, en los últimos años, con caídas más abruptas en existencias animales, lo cual coincide con incrementos en las temperaturas, deterioro de la estructura del pastizal y disminución de la productividad. El deterioro observado sea producto de la interacción de factores ambientales y de uso ganadero”.
Del estudio, realizado por el INTA Esquel en el período 2000-2014, surge que “si bien las precipitaciones no cambiaron en el período analizado, las temperaturas se incrementaron en el 75 % de las estaciones estudiadas. A su vez, el cambio en esta variable climática podría implicar la ocurrencia de menores nevadas y el incremento en la demanda atmosférica, factores ambos que repercuten sobre la dinámica hídrica en la región”.
En línea con el informe, tanto el crecimiento del pastizal, analizado mediante el índice verde normalizado (IVN), como su estructura, mostraron cambios negativos que indicarían un deterioro del pastizal.
“En la región que incluye los departamentos Cuchamen, Languiñeo, Futaleufú y Tehuelches más del 50 por ciento de la superficie mostró tendencias negativas del crecimiento del pastizal, durante el período 2000-2014”, detalló García Martínez quien se mostró sorprendido porque el porcentaje de superficie con evolución positiva del crecimiento del pastizal fue inferior al 5 por ciento.
En este contexto, el técnico destacó la importancia de incluir, en los predios ganaderos, la planificación sobre el uso del recurso forrajero dentro del calendario anual de tareas y, en este sentido, consideró “fundamental” la capacitación de los técnicos y el trabajo conjunto entre las instituciones y los productores.
Para monitorear mejor Junto con las comunidades locales y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo en el país, el INTA instaló una red de 380 monitores ambientales para regiones áridas y semiáridas (MARAS) que se extiende desde la provincia de La Pampa hasta Tierra del Fuego. Esto permite observar el estado de la vegetación y del suelo y analizar la tendencia de algunos indicadores de los pastizales naturales, información que es utilizada por los productores para planificar el manejo sustentable de los establecimientos.
“Contar con esta red de monitoreo resulta de gran valor para analizar la evolución de los pastizales, son herramientas valiosas que pueden proporcionar datos vinculados con la estructura y funcionamiento de estos ambientes, de manera sistemática y objetiva”, concluyó el técnico (Noticias AgroPecuarias).
EB

IMAGENES: Gentileza INTA

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