La olivicultora en “grave riesgo de perecer”

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El aumento de los costos diluyó el beneficio d la quita de la retenciones. La FOA reclama un “plan de contingencia de 24 meses”.

 

BUENOS AIRES (NAP). “La producción y elaboración de aceitunas de mesa y aceite de oliva se encuentran fuertemente afectadas y desfinanciadas a causa de años de políticas desacertadas para las economías regionales”, al punto de que “se corre el grave riesgo de perecer”.

Así lo denunció la Federación Olivícola Argentina (FOA) que nuclea a todos los productores olivícolas del país y que principalmente se encuentra localizados en las provincias del NOA y Cuyo, distantes a más de 1.000 km del puerto de Buenos Aires, por donde sale la producción al exterior.

“El aceite de oliva y las aceitunas se exportan; a pesar de la eliminación del 5% de retenciones, del cepo y sinceramiento cambiario, no hemos podido aprovechar esos beneficios ya que la energía para el riego aumentó en más de un 100%, siendo nuestro principal recurso productivo junto con la mano de obra”, dijo la FOA.

En los principales valles en donde se cultiva en las provincias del NOA, el olivo presenta una de las pocas actividades productivas posibles de realizar sobre desiertos de arena, en donde solamente caen entre 100 y 300 milímetros de lluvia por año.

“Con la administración anterior ya no podíamos producir y las fincas e industrias perdían dinero, entonces la producción era baja y los trabajos se realizaban solamente para que las plantas no mueran. Nos encontramos ahora débiles, algunos prácticamente en terapia intensiva y otros ya muertos. Se perdió más de un 26 % de la superficie plantada por abandono”, apuntó la cámara que preside Armando Manzur.

En tanto, agregó que la olivicultura no es una producción que se pueda recuperar de un año para otro. La planta necesita agua constantemente para vivir, aunque no produzca frutos de olivo. El agua se obtiene de pozos profundos de más de 100 metros y se distribuye con sistemas de riego por goteo.

“Consideramos que se debería implementar un plan de contingencia de 24 meses, para después implementar un plan de desarrollo sustentable y que perdure sin importar los cambios de administraciones de gobierno”.

La FOA describió que el problema para la actividad son el costo impositivo de la mano de obra, la energía para los regantes eléctricamente dependientes, el combustible para llegar a  los puertos, además de los costos de insumos, como el de los fertilizantes. (Noticias AgroPecuarias)

 

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