Los tamberos que siguen apostando

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… Aún cuando se trabaja a pérdida. La Argentina se prepara para el congreso internacional de la raza Holstein que será en marzo de 2016.

BUENOS AIIRES (NAP, por Eduardo Bustos). Todavía quedan productores tamberos, a pesar de no encontrarse en su mejor momento, siguen apostando al mejoramiento genético y al futuro de sus rodeos. Esa es la sensación que dejan los productores que asisten regularmente a la Exposición de Palermo, que sin embargo va registrando cada año menos ingresos. Esta edición 2015 hubo solo 31 animales Holando, 53 hembras y 18 machos.

“Los que somos viejos y siempre fuimos productores de leche tratamos de aguantar lo más posible, hoy producir un litro de leche nos cuesta entre $3,40 o $3,50, por eso estamos reclamando poco más de $4. Trabajamos a pérdida. Zafamos con la venta de alguna vaquillona, para hacer frente a los gastos”, describió Teodoro Mulder, Jurado de los Holando Argentino y tambero de la zona de Coronel Brandsen, Buenos Aires.

El especialista comentó que la totalidad de los insumos que se necesitan para el desarrollo de la actividad están dolarizados y los aumentos son en dólares: “Nosotros seguimos cobrando lo mismo que un año atrás. En Santa Fe cerraron muchos tambos, aquí en Buenos Aires aunque no tanto pero también se están vendiendo tambos. Ahora hay una concentración de tambos. Las vacas que sirven se van a otros tambos y lo que no, se vendió; y si no sirve va derecho al matadero”, razonó Mulder.

Pese a ello el veterano tambero no baja los brazos y contó a noticiasagropecuarias.com que desde la Asociación Criadores de Holando Argentino (Acha) “se trabaja mucho en la parte genética y el Gobierno colaboró para que podamos hacer pruebas con los toros nuestros y esto sirve para mejorar la raza y poder salir  al mundo para exportar genética en el futuro”.

“El mejoramiento genético sobre el que estamos trabajando apunta a abastecer, además del mercado interno, a atender la demanda de la exportación, por eso estamos trabajando con el gobierno para abrir los protocolos de los países limítrofes”, resumió.

Congreso

La Acha está trabajando a toda máquina para poner en marcha el Congreso Internacional de Holstein que se realizará en la Argentina entre el 28 de marzo y el 2 de abril de 2016.    

Horacio Barberis, de cabaña La Lilia de Colonia Aldao, Santa Fe, contó que “ya estamos acostumbrados a vivir con las dificultades, a las vacas las tenemos que ordeñar todos los días. Desde que mi padre decidió hacerse tambero, junto con mis tíos, siempre invirtió en genética y quiso tener la mejor vaca y el mejor toro”.

En relación al momento que vive la actividad comentó que hoy el valor de la leche entregada se cobra a los 30 o a los 40 días y: “Nunca sabemos cuál será el precio final que vamos a recibir. En otros países la brecha entre el precio que recibe el productor y el que paga el consumidor es más chica. En Argentina es enorme y no se puede regular. Este es el punto en el que se debe trabajar. En países como Francia, el precio de la leche que recibe el productor  es de $5,00,  medido en moneda argentina y un kilo de queso de primera calidad se paga $90, en nuestro país vale $250,00”, ejemplificó.

“Yo veo que en la punta de la cadena, el productor cobra muy poco y el que consume paga mucho. Esto no nos gusta demasiado porque ni al productor, ni al consumidor le va bien, entonces las entidades debería regular esta situación, pero no se puede lograr”, reflexionó.    

En cuanto a la actividad que se desarrolla en la cabaña La Lilia, propiedad de la familia, Barberis rescató la continuidad que se da en el emprendimiento que “desde 2010 pusimos en marcha un centro de inseminación en la Cabaña y, trabajamos con genética importada de Canadá, Estados Unidos y Francia siempre con la idea de llegar a una genética totalmente nacional. Hoy producimos entre 100 mil y 120 mil unidades de semen propio para comercializar en el país”, resumió.

La cabaña tiene 57 años de vida y “lo más importante que los tres hermanos continuamos con el sueño que tuvo nuestro padre. De 100 hectáreas con las que arrancó hoy tenemos tres tambos, ordeñar 850 vacas, en un país en el que con el esfuerzo de los brazos, trabajando durante muchos años se logró crecer, después seguimos nosotros y ahora se sumaron nuestros hijos, pero siempre invirtiendo en genética para mejorar. Mi padre es un tano que tiene apenas sexto grado, pero siempre quiso la mejor vaca y el mejor toro”. (Noticias AgroPecuarias)

EB

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